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Reseña doble: Rurouni Kenshin: Kyoto Inferno y Rurouni Kenshin: The Legend Ends

  • El Haru
  • 23 ago 2015
  • 6 Min. de lectura

Shishio Makoto, quien toma el lugar de Batousai el destajador cuando este deserto hacia el final de la Era Edo, fungiendo como asesino a sueldo, pero cuando la guerra termino y el nuevo gobierno fue instaurado, Shishio fue mandado matar por aquellos para los que alguna vez trabajo, quemado vivo. Reseña doble porque YOLO, Samurai X: Kyoto inferno (Rurouni Kenshin: Kyoto Taika-hen) y Samurai X: The Legend ends (Rurouni Kenshin: Densetsu no Saigo-hen) ambos filmes de 2014 son la secuela directa de Samurai X The Movie, siguiendo el argumento del manga original de los volúmenes 7 al 9 en kyoto inferno y para The Legend ends del 10 al 16, la cosa es que si la primera fue inteligente al adaptar las situaciones y personajes a un entorno “real” cuasi costumbrista de época, estas dos secuelas van de buenas en picada hacia lo malo, si bien no llegan a ser terribles, no están a la altura de la primera parte, perpetuando el mito de que segundas partes nunca fueron buenas. La verdadera razón de porque la reseña es doble yace en que al llegar al final de Kyoto inferno dije ¿y luego? Así que inmediatamente vi la siguiente, solo para quedarme con un sabor de boca algo agridulce y para no prolongar la agonía decidí hablar de las 2 juntas.

De entrada no se qué paso, si el director, reparto y casi decir todo el equipo es el mismo (solamente no encontré si el guionista es el mismo para las 3 películas), la primera cinta adapto 4 volúmenes, ahora Kyoto inferno nos ofrece la adaptación de solo 2, con todo, no se siente el mismo cuidado, pero el colmo es The Legend ends, se avienta a adaptar 6 volúmenes, que como se imaginaran deja mucho, pero mucho fuera de la trama, esto no es malo per se, el asunto es que se pierde demasiada profundidad en los personajes, llegando incluso algunos a simplemente estar ahí solo por cumplir, también el afán de concentrar tanto en tan poco deja muchos acontecimientos acomodados en un absoluto y total Feat, es decir, que pasan así, porque es conveniente para que avance la historia y es tan notorio, o sea, yo entiendo que las casualidades existen, pero eso de “me voy caminando a Kyoto a ver si me encuentro a Kenshin y de casualidad de camino me lo encuentro en un lugar que no es Kyoto” o “se cae al mar, llega a casa de un viejo conocido de quien necesita aprender algo”, no lo sé, si fueran solo esos dos ejemplo, vale, pero casi toda la trama se sustenta en ese tipo de situaciones y para mí es demasiado como para tragármelo.

He sufrido demasiado viendo estas 2 cintas, pero gran parte es porque no le hace justicia al material original, y no hay que ponernos fanboys, hacer justicia no significa calcar al carbón, va más bien de traducir lo que está plasmado a un medio diferente, o sea, no nos pongamos divas tampoco, lo que funciona en manga-comic, no tiene por qué funcionar en una película y el ejemplo más claro de cómo se puede adaptar sin calcar y al mismo tiempo, hacer justicia, son las películas del universo cinematográfico de Marvel y la mismísima primera parte de esta saga de películas; Samurai X the movie, pero si dejo eso de lado y veo estas dos cintas como un espectador ajeno al manga, o ya bien como un producto independiente de su antecesor, siguen resultándome difícil forzar mi suspensión de la incredulidad al verlas y no soltar en más de una ocasión un sincero “Ay, por favor ¿Es en serio? ¿Asi?” y ya cuando una película te saca esas palabras, es porque algo anda mal.

Mi molestia más grande es con el personaje de Makoto Shishio, nuestro principal antagonista, el jefe final de esta saga, en concreto y sin temor a equivocarme en el manga es un personaje muy complejo y excelentemente construido a la altura de villanos de la talla de Magneto de X-men con quien comparte cierta ideología y maneras de proceder, claro cada uno en contextos muy diferentes y es que Shishio no es malo, es más bien un individuo que veía en el nuevo gobierno del Japon las semillas de la pérdida de identidad de una nación, cosa que a final de cuentas, en el mundo real si sucedió, si bien Tatsuya Fujiwara nos entrega una gran actuación, la cosa es el guion, que reduce a Shishio a solo un hombre con sed de venganza y ansias de gobernar Japón, él no es el único personaje que adolece de este bajón de trasfondo, pero ya ni vale la pena hablar de ellos.

No es la primera vez que un mal guion opaca buenas actuaciones, el elenco que regresa de la anterior cinta sigue manteniendo su calidad actoral, no así tanto los nuevos, sintiéndose más forzados, de todos modos y al final del día, no es del todo su culpa. Vámonos un poquito sobre otros aspectos, el apartado de audio, no sé si fue cosa mía, pero lo sentí muy ausente, el compositor Naoki Sato tiene un buen currículo, pero aquí, salvo un par de temas (que se repiten mucho) nada resalta o se nota siquiera. Por la fotografía, dirección y ambientación, todo perfecto, una vez más realmente me hacen sentir inmerso en su mundo, con todo y que si se alcanza a notar que en su mayoría son sets y no locaciones, pero el resto de los defectos me rompen la experiencia, al grado que por algunos personajes no logro siquiera preocuparme por lo que les pueda pasar. Ah sí, se me olvidaba, la trama, a grandes rasgos: Kyoto inferno – El Dojo Kamiya se ha repuesto y ya tiene alumnos, Kenshin y compañía viven felices, hasta que Shishio Makoto quien se creía muerto hacía 10 años reaparece con planes de derrocar al gobierno, de tan modo que Kenshin es contactado por Ōkubo Toshimichi uno de los Tres Grandes Nobles que condujeron la Restauración Meiji, para quien alguna vez trabajo, para matar a Shishio, pues solo el original Batousai podría encargarse de su sucesor, contrario al deseo de Kaoru, Kenshin decide aceptar el trabajo y parte hacia Kyoto al encuentro con Shishio. The Legend Ends – Shishio Makoto ha reunido a un grupo denominado Juppon-Gatana por su traducción “Las diez espadas” y ha logrado chantajear al gobierno para que Kenshin Himura sea arrestado y asesinado, como parte de su plan para hacerse con el control de Japón, mientras Kenshin se encuentra entrenando con su antiguo maestro Hiko Seijūrō, amo del estilo Hiten Mitsurugi para aprender la técnica suprema Amakakeru Ryu No Hirameki y así poder derrotar a Shishio, sin matarlo claro está, porque, ya saben, prometió comportarse.

Si bien, como dije en estas dos cintas la calidad argumental se va en picada, aun siguen siendo recomendables, solo a reserva de si te gusto la primera película y quieres saber que sigue, en cuyo caso te recomiendo mas el manga, el cual también nos habla del pasado de Kenshin en un excelente arco argumental posterior a la derrota de Shishio el cual se paso por alto en la adaptación a serie anime y ya que estamos con el anime también es recomendable, sí, el estilo de dibujo y animación no ha envejecido nada bien y tiene algo de relleno ocasional, pero vale la pena, la cosa es, que después de la derrota de Shishio se va al caño, pues todo el resto es contenido original, el cual, dicho sea de paso, es pésimo, aburridísimo como ver una carrera entre caracoles, si, te estoy mirando a ti; Dreamworks Turbo.

Pero si eres fan, por el amor de lo más querido, aléjate de esta tragedia de filmes y quédate con la primera película, que ya bastante tuve con verlos yo, como para también saber del sufrimiento de otros fans del espadachín pelirrojo de ropa rosada. De todos modos, si te avientas, están disponibles en Netflix, pero no la veas doblada, quedo un poco, ermm… incoherente por decir lo menos. Recuerda, si te gusta el cine, no compres piratería.

Oh si, fan girls, en estas si sale Aoshi Shinomori, pero no, no se emocionen aún, quedo pésimo.

Rurouni Kenshin: Kyoto Inferno (Rurôni Kenshin: Kyoto Taika-hen)

Director: Keishi Otomo Distribuye: Warner Japón 2014 Rurouni Kenshin: The Legend Ends (Rurôni Kenshin: Densetsu no Saigo-hen) Director: Keishi Otomo Distribuye: Warner Japón 2014

 
 
 

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